El proxeneta


Autor/a: Mabel Lozano
Páginas: 352
Editorial: Alrevés
SINOPSIS
Mabel Lozano cuenta por primera vez la verdadera historia de lo que hay detrás de la prostitución de la mano de un testigo privilegiado, Miguel, apodado el Músico, un proxeneta que ha confesado con pelos y señales cómo ha evolucionado el negocio de la prostitución en España y todo el mundo, desde principios de los años noventa hasta hoy, con el lucro de la trata y secuestro de mujeres de deuda a las que su única salida era la prostitución.
El Músico pasó de portero de un club a los diecisiete años, donde conoció a sus dos futuros socios —un camarero y un macarra—, a ser un todopoderoso jefe de la mafia y dueño de doce de los macro burdeles más importantes de España. Nada más y nada menos que capo de una red organizada y sin escrúpulos con un único objetivo: exprimir crónicamente a mujeres de todo el mundo —más de 1.700, incluido menores— para que se prostituyeran y les reportaran sumas insospechadas de beneficios.
Sexo, corrupción, asesinatos, trata de seres humanos, lavado de dinero, secuestros, extorsiones. La historia real de hechos probados en sentencias firmes sobre los más importantes proxenetas de nuestro país. Un relato jamás contado, apasionante y único sobre el crimen organizado que mueve los hilos de la prostitución.
REFLEXION
Hoy os traigo una reflexión diferente a las anteriores, una reflexión general sobre el delicado tema que trata este libro.
Entendemos por Trata "la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. La explotación incluye como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual incluida la pornografía, trabajos o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre o la mendicidad, las actividades delictivas y la extracción de órganos corporales".
La legislación española regula esta práctica en el TÍTULO VII bis, art 177 bis y ss. del Código penal, con una pena de 5 a 8 años de prisión, estableciendo, además, agravantes; por ejemplo: a los que realicen los hechos prevaliéndose de su condición de autoridad, agente de esta o funcionario público se les impondrá la pena superior en grado.
Nuestro país es actualmente uno de los principales destinos de las víctimas de este delito.
Cientos de personas llegan a España con el objetivo de trabajar y poder enviar dinero a sus familias que se encuentran en el país de origen.
El captador se pone en contacto con la víctima, la mayoría mujeres, prometiéndole un trabajo en nuestro país, un trabajo legal, con un sueldo digno y, además, le ofrecen el pago de los gastos para llegar a nuestro país. Sin embargo, la realidad es muy distinta.
Cierto es que le pagan los gastos para llegar al país de destino, pero eso será el principio de una deuda que nunca desciende, y que nunca podrán pagar; de esta forma el proxeneta consigue una autentica sumisión por parte de la víctima, ya que se encuentra en deuda con él, y bajo la amenaza de hacer daño a su familia si intenta escapar o no paga.
Al llegar se les retiran los pasaportes, de esta forma se aseguran su permanencia, ya que no podrán salir sin la documentación y se les presenta la dura realidad que vivirán en adelante; jornadas de trabajo superiores a 10 horas, explotación sexual, tráfico de drogas, maltrato físico, psicológico…
Todo ello con el objetivo de pagar la deuda, pero esa deuda aumenta cada día, pues se les sumara los gastos de habitación, comida, preservativos, test de embarazo, teléfono…por lo que la víctima no ve ni un céntimo, mientras que los grandes capos llenan sus bolsillos a costa de la libertad de miles de mujeres.
Nos encontramos, desde mi punto de vista, con dos problemas fundamentales: 
  1. La existencia de mafias de trata.
  2. El consumo de sexo a cambio de dinero como practica normalizada.
Nuestro país al año realiza ciento de atestados, investigaciones, persecuciones a grupo de tratas, sin embarco solo unas pocas llegan a sentencias condenatorias. El motivo principal es la declaración de la víctima, ya que se encuentran sometidas a tal intimidación que les impide reconocer la situación en la que se encuentra; alegando, en la mayoría de los casos, que se ejercen el trabajo de manera voluntaria. Para colmo, es frecuente que se les imponga una sanción por encontrarse en situación irregular o sin la documentación necesaria; sanción que se suma, una vez más, a su deuda.
Por otro lado, España es uno de los principales países de consumo de prostitución de Europa, según estudios, el 35-40% de los hombres han consumido sexo a cambio de dinero.
 ¿Por qué sucede esto? Según mi opinión, es un problema de educación, de concienciación, de empatía. La prostitución, la trata, son temas tabús, no se habla de ellos para no reconocer que existen, consideramos que no es nuestro problema, que no podemos hacer nada para evitarlo, por lo que cruzamos los brazos, cerramos los ojos, y que otros lo solucionen.  Este tema tiene una estrecha relación con el machismo, pues los hombres creen que demuestran su superioridad, su dominación sobre las mujeres, al tener sexo con ellas a cambio de dinero, yo me pregunto ¿hasta qué punto el consumo debe ser legal? Los consumidores son conscientes de la realidad en la que se encuentran las víctimas y aun así participan, se benefician de esa situación, por lo que, desde mi punto de vista, son cómplices.
¿Descendería la trata si se condenara el consumo? Si, ya que, si la demanda desciende por el miedo a la condena, quizá más social que penal, puesto que el consumidor no suele reconocerse públicamente, la oferta también sufrirá un importante descenso.
Para terminar, aunque el concepto de esclavitud nos parezca de otro siglo, que no se da en nuestros tiempos “modernos”, la realidad es que actualmente existe, cada día miles de mujeres son tratadas como mercancía, y debemos ser conscientes, exigir una regulación completa, un seguimiento del delito, unas penas más duras, y, sobre todo, educación sobre el tema. No demos la espalda a un problema cada vez mayor, aunque parezca imposible, si todos aportamos algo, podemos hacer algo grande.
M
NOTA
4 de 5 plumas

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