Contigo en el mundo
“Encajar dos
personalidades, sin anularlas ni restringirlas; solo acoplándolas a unas
necesidades comunes, pero respetando las individuales.”
“Nada de ‘nos damos
un tiempo’ o explicaciones enrevesadas sobre sentimientos, porque cuando dejas
de querer a una persona no hay más que rascar.”
“Simplemente hay veces
en las que las relaciones no funcionan, por muy buenas que hayan sido.”
“Me miré en el
espejo y sonreí, porque por primera vez desde hacía mucho tiempo sentí que me
gustaba a mí misma. Y me parecía fatal que hubiera que añadir la frase típica
de “está mal que yo lo diga”. No, no estaba mal que yo lo dijera. Es genial ese
“me gusto a mí misma”. Joder, eso es motivo de celebración, no de sentirse
avergonzada o de pensar que estás siendo pretenciosa.”
“Quien te quiere de
una forma sana, profunda y real no necesita darse cuenta de nada: te quiere sin
más y lo acepta sin chorradas.”
“Que la vida, las
personas que conocemos o las relaciones van y vienen en sonora cadencia, y unas
se oyen más, otras se oyen menos y algunas hasta dejan eco.”
“Y sí, da sin
esperar algo a cambio siempre, pero aléjate de quien no valore lo que recibe,
también.”
“Es curioso cómo
las pasiones innatas son imborrables. Da igual que estén dormidas durante
largas épocas: siempre vuelven con fuera de su letargo.”
“Tú lo que debes
preguntarte cada día es qué quieres que te dé la vida, dónde quieres estar o
haber estado en unos años e ir a por ello.”
“Las personas
tenemos defectos, evolucionamos, nos acoplamos y desacoplamos a otras, nos
deprimimos y nos mostramos débiles en muchos momentos… Tienes que querer a las
personas tal y como son, y eso incluye a los hombres.”
“Yo acepto a las
personas como son y acepto que haya cosas que no me gusten y otras que sí. Si
alguien tiene más cosas que no me gustan o no se complementan conmigo que las
que sí, pues me alejo y ya.”
“A mí con los
libros me pasa como con los vinos: si me gusta, es bueno; da igual la fama que
tengan para bien o para mal.”
“Qué complejas
somos las personas, siguiendo a ciegas a aquellos que jamás darían un paso por
nosotras y en cambio rechazando a los que caminan ofreciéndonos un hombro en el
que apoyarnos.”
“En ese mismo
instante en el que Mario nos sonreía y se encaminaba aprisa hacia nosotros,
comprendí que había crecido como persona desde que le había conocido, porque me
había enriquecido con las cosas que había aprendido de él, como a tener
paciencia y tolerancia, a ver más allá de mis narices y a saber que las cosas
que merecen la pena hay que trabajarlas día a día.”
“La vida es
demasiado corta para andar guardando resquemores. No tiene sentido cuando,
además, todos cometemos errores con todos.”
“No es más fuerte
el que no llora, sino el que sabe levantarse cada vez que cae y el que sabe
reconocer sus emociones y gestionarlas.”
“Y es que, al
final, a quien más criticamos es quien más nos tiene que enseñar.”
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